Fresco
- Angelina Fabiola Caminos
- 11 jun 2023
- 1 Min. de lectura
Cambia el tiempo. Sales a la calle, y sientes el frío: necesitas una
capa más. Una chaqueta, un pañuelo, un jersey, algo más.
Y te acostumbras, es decir, antes de salir, te colocas esa capa o capas
extra. Y te adaptas: es natural.
El tiempo marca las coordenadas y tú las sigues.
La adaptación es un mecanismo de supervivencia.
Pero a veces, este mismo mecanismo nos puede jugar en contra.
¿Cómo y cuándo?
En nuestras relaciones, cuando nos lleva a aceptar sin pensar si de
verdad es lo que queremos.
Tenemos la tendencia a adaptarnos para equilibrar nuestras
emociones, y eso está bien.
Pero debemos hacer consciente cuando esta adaptación resulta
excesiva. Nos damos cuenta si es excesiva, porque nos produce
malestar, una emoción negativa.
Y en este caso, no actuemos como con el clima: me abrigo y ¡listo!
Porque esas emociones negativas, si se van acumulando como capas,
luego pesan y agobian.

Comments